Consumidos por el humo negro de las maquinas, de la desesperanza, encerradxs en jaulas entre edificios y grandes centros comerciales. Las escaleras mecanicas nos acercan mas y mas al final, la tierra desgarrada se retuerce de dolor, está herida y olvidada. El ser humano se pudre en su dimensión de papel sagrado, manchado con el color de la vida sin sueños. Este papel perturba el alma y corrompe la conciencia, mujeres y hombres se tatúan la codicia en el corazón. Olvidan sus instintos y su propia Naturaleza, asesinan animales y cultivan vegetales fecundados con el veneno del laboratorio. Enfermxs de sociedad, presxs de las aceras, andando hacia ningún lugar. Pero hoy huele a quemado, el alba se despereza y trae consigo frío y silencio sobrecogedor. Los adoquines ya no chillan, han sido liberados de su cárcel y han arremetido contra aquellos que les pisotearon. El alba trae la luz y se descubre la verdad, edificios ennegrecidos, coches que se convirtieron esta noche en antorchas, cenizas y escombros. La rabia desbocada ha traído consigo un mundo nuevo, donde todo está por construir, donde empezar de cero. Esta noche no dejamos lugar para las sombras, iluminamos las ruinas con la luz naranja de las hogueras, y bailamos a su alrededor, como críxs, manchadxs de hollín.
Ama la revolución, todo es mas bello si lo rodea el fuego.
No creo que las "brujas" cuando estaban siendo quemadas compartiesen tu visión del fuego.
ResponderEliminar¿Realmente crees en la libertad?
¿¿?¿?¿?¿?¿??¿??¿?¿¿??¿?¿?
EliminarJoder, eso es como si le dices a una persona que tiene su taller de artesanía montado en una barraca que él considera agradable, que no crees que los prisioneros de los campos de concentración nazis mientras morían de hambre en barracas compartiesen su visión de la barraca. Es que... ¿puedo saber dónde diablos ves la relación?, yo estoy seguro de que las "brujas", mientras estaban siendo quemadas, compartían la visión libertaria de Sara, deseo justo y evidente de venganza contra el hetero-patriarcado y la normalidad burguesa que las condenaron a muerte por ser distintas, por ser disidentes de una religión asesina y fanática que aún hoy encabeza bajo la mentira de la caridad y la humildad cristianas, el rebaño gregario de fieles suicidas.
La pregunta es, ¿crees tú en la libertad?, ¿o crees que la libertad se puede alcanzar sólo con besos, paz, amor y buenas intenciones?, ¿qué harás cuando la policía te dispare y mate a alguien a tu lado, como hicieron con Iñigo, como hacen en las cárceles, como han hecho siempre con el amparo del Estado y sus leyes que sólo persiguen bolsillos y estómagos vacíos?, ¿qué harás, dar saltitos, sentarte en el suelo y suplicar entre gritos de dolor que paren a unas bestias sin corazón encargadas de mantener a toda costa un statu-quo que lleva por esencia la injusticia más absoluta?, ¿crees en algo más que TU libertad, en algo más que TU libertad de seguir con TU vida sin luchar?, ¿en algo más que TU libertad de salir a la calle y no ver comercios ardiendo, de no ver en llamas todos esos escaparates que han secuestrado los deseos que la publicidad nos condujo a codiciar?, ¿crees en algo más?. Imagina si fueses otra de esas niñas o de esos niños de menos de 12 años, torturadxs en el subsuelo de la economía capitalista, en algún sótano de una multinacional como Ikea o Nike, como Nestlé o Disney, como Mc Donald's o Coca Cola, como Adidas o Mattel, en países como Indonesia o Rumania, currando durante 15 horas al día por un sueldo de menos de 30 € al mes, sin seguridad, sin derecho a estar en sindicatos, sin vacaciones, sin padres (las bombas "democráticas" de la OTAN les han volado ya en pedazos), sin infancia, sin futuro... ponte en su lugar y atrévete a decirme que tendrías tantos remilgos neo-hippies a prender fuego a este sistema asqueroso y asesino, venga, atrévete a decírmelo. ¿Qué pasa, he sido demasiado gráfico?, ¿he perturbado tu mundo feliz, donde las flores, los pajaritos y los finales felices son siempre la solución a todos los malditos problemas?
Vale de hipocresía, pacifismo = complicidad.
QUE SE EXTIENDA LA REVUELTA
No solo creo en ella, la amo. un saludo :)
ResponderEliminarTienes escribiendo el tipo de esencia que me enamora y me hace tener fe en el ser humano
ResponderEliminarTenemos que creer en nosotros mismos, porque solo es utopía aquello por lo que no estemos dispuestos a luchar. Muchisimas gracias, Un gran abrazo <3.
ResponderEliminarUn "mundo nuevo", un mundo de odio y venganza. Creo en la libertad, pero el fuego y la destrucción no nos hace libres, sino exclavos de ello.
ResponderEliminarQué es la verdad y... kien la tiene?
¿Por qué tanto miedo, Señorita Demakrada, al fuego y la destrucción?, nos han enseñado a ver todo aquello que suponga una reacción eficaz como algo malo, malvado, pero es mentira. El pacifismo es mentira, pues todxs lxs que se oponen con tanta vicisitud filosófica a una reacción agresiva (la agresividad es un mecanismo natural de supervivencia, innato en todxs nosotrxs, que nos permite defendernos al sufrir una agresión) contra lxs responsables de todas nuestras desgracias, al final, no luchan o luchan dentro de los cauces de sus estructuras, algo que vuelve imposible toda posibilidad de cambiar las cosas y nos convierte en cobardes rebaños suplicando mejoras en nuestras patéticas vidas, suplicando migajas en lugar de prender fuego a la puñetera panadería.
Eliminar¿Por qué crees que el fuego y la destrucción sólo pueden traer un mundo de odio y venganza?, ¿y si el fuego sirve para purificar un mundo podrido hasta sus cimientos?, ¿por qué no destruir un mundo tan injusto como este, para luego, sembrar en las cenizas de sus de todos modos ya ruinosos escenarios, la semilla de la que habrán de germinar nuestros sueños?, sueños colectivos, compartidos, posibles, necesarios.
Entiendo tu postura Señorita, y me parece respetable, pero si hay algo que nos hace libres, es seguir perdiendo la partida por insistir en seguir jugando dentro de las normas de nuestro enemigo.
A presidentes, policías, banquerxs, codiciosxs... a lxs bastardxs sin corazón que domináis la vida...
Sabemos que estáis ahí, os vemos, en todas partes, ahogando nuestros latidos, colonizando nuestros deseos. En las calles de las grandes metrópolis de luz y neón, en los carteles de campaña electoral y en las grandes vallas publicitarias que trafican con las ilusiones de la gente, en los escaparates, en las cámaras de vigilancia, en los coches de policía patrullando las 24 horas del día, os vemos en nuestro reloj, en el teléfono móvil, en nuestras relaciones interpersonales, deterioradas y vacías, informatizadas y sustituidas por las frías pulsaciones de un teclado de ordenador. Sabemos que estáis ahí, que esta dictadura invisible necesita esclavxs dóciles y felices que enmascaren sus propias miserias, en un síndrome de Estocolmo curioso... pero no seremos nosotrxs.
Somos lxs que hemos visto fracasar a toda una civilización. Somos lxs que apaleáis en las manifestaciones, lxs que torturáis en comisaría, aquellxs a lxs que disparáis vuestras pelotas de goma y vuestros gases lacrimógenos, lxs que insultáis por no ser como vosotrxs, lxs que ahogáis con el trabajo (y con el paro), somos lxs desheredadxs, somos lxs fracasadxs en un mundo de triunfadorxs sin futuro, somos lxs mismxs jóvenes que organizan comedores veganos, charlas, debates y que reparten panfletos en el metro, somos lxs que prenden las barricadas para iluminar sus apagadas vidas con el cálido fuego de la revuelta, somos la venganza de lxs que cayeron luchando por un mundo mejor, somos lxs encapuchadxs, lxs terroristas, lxs vándalxs, lxs maleducadxs, las putas, lxs migrantes, lxs precarixs, somos la basura de este mundo, somos lxs que aparecemos en vuestras pesadillas rompiendo el sueño de abundancia y cemento en el que nos habéis enterrado vivxs. Bajo las capuchas, somos vuestrxs hermanxs, hijxs, compañerxs de clase y del curro, somos lxs que nacimos en un mundo que no logramos entender, somos todxs, no somos nadie, somos lxs nadie, lxs hijxs de Nadie, lxs dueñxs de nada, y sin nada que perder, somos peligrosxs. Sabemos que nos tenéis miedo y nosotrxs también pero luchamos día a día para quitárnoslo de encima, pues sólo así seremos incontrolables. Sabemos que detrás de vuestro mundo hay otro, que detrás de esta no-vida de trabajo-consumo, hay un montón de experiencias y de alternativas que esperan ser encontradas y vividas, sentimientos y sensaciones que se encuentran entre las barricadas, los ateneos y los centros sociales, construyendo juntas el mundo que queremos ver.
¡¡Asaltaremos el cielo!!
No hay que entender el fuego como el odio, si no como la renovación, el punto y aparte a este mundo que, aunque no lo veamos a simple vista, tambien incluye cantidades industriales de odio y venganza. Hablo de una revolución que tenga como bandera a la humanidad, y de revelarnos contra aquello que nos hace presos, y si lo que nos encadena es nuestra propia forma de vida, de organización, de sociedad, o como quieras llamarlo, soy la primera en prenderle fuego. Un abrazo.
ResponderEliminarPD: no creo en las verdades absolutas, creo en la lógica, y este mundo, tal y como lo conocemos, tiene de todo menos lógica. Este es mi punto de vista, saludos.