21.9.11

La gárgola triste.

Agarrada al borde del abismo, se aferra angustiada al ver la caída que se cierne a sus pies, observa desde lo alto la gran ciudad, como se encienden las luces cuando se pone el sol, los mil atardeceres sombríos, pues a través de sus ojos, todo es piedra. Se aferra a sabiendas que no caerá, se desespera cada vez que piensa que sus alas no se pueden desplegar, que no está hecha para sobrevolar París y rozar las nubes. La ciudad cambia pero ella siempre la contempla, y a veces le gustaría cerrar por una vez  los ojos y no ver mas, está aburrida de ver pasar el tiempo y que su rostro siempre sea el mismo, de ser piedra, porque imaginar ya no le sirve de nada, quiere cambiar, transformarse en pájaro y despegar, no volver jamás a su colosal cárcel, y aunque lleva unida a ella toda su desgraciada vida, maldice a la hermosa Notre Dame.

17.9.11

16.9.09

Otro año y otro texto que te dedico sin tener un porque, o teniendo todos los porqués del mundo, que mas dará ahora eso, si solo importa el tiempo que nos queda por delante para armarla a nuestra manera, como dos niñatas, o quien sabe, como dos adultas con el titulo universitario bajo el brazo al fin. ¿Madurar? quizá, algún día, pero mientras estemos juntas jamas de los jamases, que para eso ya están todos aquellos que no tienen el placer de pasárselo tan bien con alguien tan especial a su lado. Y aprender? eso ya es otra cosa. Como tu bien dices, aprender, si, pero la una de la otra.



Es mi obligación escribirte hoy, aguantarte todos los días y abrazarte cada vez que te veo, mi obligación es odiarte y quererte, animarte y pegarte la bronca, pero joder, te confieso que es mi obligación favorita. 







Otro año, y los que quedan por delante.


T'estim.

13.9.11

Que no te pueda el miedo.

Que no te puedan las miradas cuando intentas respirar, cuando buscas la luna en los resquicios de la ventana, en las esquinas de la ciudad dormida, que no te pueda el miedo, de seguir, de gritar, de decir que no estás conforme con todo, o con nada. Que no te dejen sin voz los perros de la sin razón, aquellos que armados hasta los dientes, disparan argumentos absurdos y juegan con tu voluntad. Que no te pueda ni la guerra ni la paz, ni los extremos rojos, ni las cruces del odio, ni los tronos ni las corbatas, que no te pueda el cansancio ni la sangre, que no te pueda el horror. Que no te engañe la ilusión de papel que se esconde en tu cartera, en los grandes almacenes, la que habita bajo la miseria de los llamados miserables. Que no te pueda el latido del humo y la radiactividad, el aliento de las grandes maquinas, el aire muerto.
Pero que si te pueda la rabia, el amor, la lucha, que te pueda la poesía que se escucha al agitar al viento las banderas negras, que te pueda la insumisión, la conciencia, la esperanza, que te pueda la utopía, la justicia y la bondad, el cielo teñido de escarlata, que te pueda el deseo de ver arder todo.


4.9.11

El poema del chico maceta enamorado.


A veces me pregunto el por qué de todo
de ti, de mi, de tu cara
de tu corazón bombeando 
litros y litros 
de cerveza fría. 
Entonces encuentro escondidas
bajo la almohada, tus bragas
y paso de preguntarme todo
a no preguntarme nada.

1.9.11

Todo es mas bello si lo rodea el fuego.

¿Qué es el cambio, si no una simple ecuación? la química precisa entre sueños y rabia, las alas resurgidas de cenizas de conformismo, el cielo abierto, la belleza del impacto entre el fuego insurrecto y los cristales rotos, la preciosa silueta de las jaulas rotas al atardecer, todavía humeantes. Somos los que buscamos que nazcan las flores y las palabras por donde antes pasaban los pies de aquellos que no quisieron volar, ni sonreír, somos los que amamos a la humanidad pero odiamos su sistema, los que amamos al mundo, pero odiamos su mundo. 


Somos los que desatamos el caos, porque creemos en el.

Hemos llegado, los que tiramos piedras y no escondemos la mano,los que nos alzamos en nombre todos aquellos que cayeron y nadie dedicó un minuto de silencio, los que nadie recuerda. Somos los que nacimos en un mundo triste y gris, donde los niños del sur no pueden sonreír y las historias tristes se  repiten siempre.  Somos los que nacimos en un mundo triste y gris, donde los niños del sur no pueden sonreír y las historias tristes se repiten siempre, somos a los que nos dieron a elegir harapos o corbatas, habitantes del mismo mundo donde un billete vale mas que una mirada, que cien palabras, que una vida.

El futuro es NUESTRO.