11.11.11

Falsa añoranza.

Echo de menos esas tardes de domingo jugando al parchís en el salón, comiendo porquerías. Echo de menos que me contaras un cuento antes de dormir, que me cantaras aquella canción tan bonita que siempre recordaré. Añoro que me abrazaras y me dijeras que estabas orgulloso de mi, que me recibieras con los brazos tan abiertos y la sonrisa tan amplia que ni el mismo cielo podría compararse en extensión. Las comidas con la familia en navidad, el árbol atestado de decorados de madera desgastada, cada uno con su historia, tus figurillas de cristal horribles y tu colección de jarras de cerveza. El despacho hasta arriba de libros de historia que jamás entendí, quizá porque no tuve tiempo suficiente de hacerlo. El suelo cálido, la pared a la que me dedicaba a arrancar el papel pintado a escondidas porque notaba una extraña sensación de felicidad cuando lo hacía. 

Quizá porque no he tenido nada de esto, miento y me invento cien historias a las que poder echar de menos. Me gustaría añorar, pero ya no puedo hacerlo, porque voluntariamente arranqué esa parte de mi vida y la corté en pedacitos que tiré al mar de camino a casa, a MI verdadera casa, con mi verdadera familia, con los que me aceptan tal y como soy. 
Es inevitable que piense en ti de vez en cuando como un tirano, como el señor que puso una semilla alguna vez en el vientre de la madre a la que le debo todo. ¿Que quieres que te diga? bastante hago ya inventándome falsos recuerdos para no parecer demasiado fría al decir que no te echo de menos, y que, si algún día te vuelvo a ver, sea para hacer que te arrepientas de haberte tatuado mi nombre, mostrándome como la persona que jamás hubieras querido tener como hija. 

5 comentarios:

  1. Hola Lúnatica. Cuanto tiempo sin leerte. He estado en un lapsus inspiracional, pero espero estár mas activa en el blog. Me pasaré pronto por el tuyo, que sabes que me encanta y lo hecho de menos. Un abrazo, gracias por pasar.

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  2. Los humanos somos unos seres muchas veces despreciables, aunque igual es culpa nuestra por tener esos sentimientos, por pensar demasiado. No tienes buenos recuerdos, pero eso no importa, esa persona no se los merece.

    Vivo, pero no olvido. Yo siempre con "Salvate si puedes".

    Ánimos!!!! un abrazo!

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  3. Gracias por los ánimos Alba, aunque ya es algo que tengo superado y ya ni siquiera me importa. Efectivamente, los humanos somos despreciables, pero aunque podemos intentar no serlo, siempre es mas fácil evitar ese esfuerzo. Un abrazo :)

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  4. Me has sacado alguna lagrimilla. No había leído ésto...

    Supongo que muchas veces cometemos el error de mirar en la distancia la desgracia de otrxs cuando a nuestro lado, personas que se lo merecen todo y más son invisibles... mientras otrxs miserables parecen ser el centro de atención. La empatía puede ser muy egoísta... pero me alegro de haber humedecido la mirada leyendo ésto, sobre todo por saber que todavía hay una sonrisa en tu cara y que tus deseos se harán realidad porque tú lo quieres así.

    Estoy de acuerdo con Alba, ni pienses en él, no vale la pena.

    Sonríe cielo, tú sí te lo mereces :)

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