El cielo me cuenta que no es correcto arrastrar las rodillas y sangrar hasta morir, pero estoy escuchando una y otra vez tu melodía y no le oigo. Déjame Cielo, tu que sabrás de mi sangre y de mi suelo, de mis zapatillas viejas corriendo a toda velocidad calle abajo con el frío rasgando mi garganta, que sabrás tu, allá en lo alto, tan hermoso, salpicándome de constelaciones las retinas, que sabrás tu de querer y de dolor, tan grande e inmenso y tan lejano...
Me voy, no me busques, no me encontrarás, estoy escondida en tu piel y me pierdo por cada célula de ser, soy el virus del recuerdo borroso, de la resaca mezclada con la culpabilidad por la certeza de que has hecho algo mal, pero no recuerdas el que. Maldita puesta de sol, me ha vuelto a despertar.
Una descripción tremenda, me gusta mucho como escribes y comparto muchas de tus sensaciones.
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias demakrada, me alegro verte por aqui, un abrazo! :)
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