se las han borrado las ganas de drogas y sexo desmedido, los niños han crecido y ahora son maquinas productoras de un futuro negro y mecánico.Ya no son caballeros o princesas, ahora son carne de rave y por sangre tienen alcohol. Se lamen entre ellos porque el sudor sabe a anfeta, han perdido los papeles y no saben controlarse. Luces rojas, luces verdes, luces azules, Drum&bass, luces amarillas, luces rojas, luces blancas, hardcore, cuartos oscuros, ojos cerrados. Oh, juventud, divino tesoro, pero cual efímera es tu presencia y cuan rápido es el mañana que siempre acabará llegando. La generación del descontrol y los malos hábitos, la rebeldía y los días de gloria vomitando en algún suelo sucio lleno de colillas y cristales rotos. La juventud, al fin y al cabo, que siempre ha sido la misma y siempre lo será, los 60 y los hipis hasta el culo de hierva y LSD, Janes Joplin, el gran Hendrix, el barro de woodstook. Los 70, la moral cristiana mezclada con el jaco, mala combinación, sin duda. Los 80 y la jodida movida madrileña. Cuanto daño. Pero dime, ¿qué ha cambiado? Los jóvenes siguen borrachos en los callejones y las nuevas drogas llegan como el suplemento semanal del periódico. Sexo, drogas y rockandroll, puterío extremo, coños con piercings y cubatas voladores. Que somos, a donde vamos, nos importa una mierda, somos los novatos en esto de vivir y solo queremos aprender a volar, aunque en el aterrizaje nos partamos la boca. Dejaremos un bonito cadáver, enterradnos con los ojos abiertos para seguir de marcha hasta el mas allá.
Joder, comparo lo que yo escribo con esto, y parece que voy en pañales =0
ResponderEliminarCuánta razón Sara, las maneras pueden variar pero el objetivo de la alegre juventud siempre es el mismo... A veces triste, a veces deprimente... pero a veces brillante, lleno de ideas que te ayudan a crecer.... o a autodestruirte.
ResponderEliminarDe puta madre tia.
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