28.2.12

No dejes morir mi historia.

Niño insensato, si quieres correr, corre lejos y no te detengas. no descanses hasta que se haga de noche, intenta atrapar el horizonte, debes aprender. Niño, corre lejos y alcanza tus sueños, el tiempo no te espera, el cielo se quiebra. Niño, si algún día llegas a ser feliz, recuerdame, recuerdanos, recuérdate, no olvides nunca quien fuimos y quienes seremos, de donde venimos y a donde vamos,  niño, no me olvides, no dejes morir mi historia. Niño, el futuro ya está aquí, pero no dejes que se apaguen tus ilusiones, haz que brillen como estrellas, situalas alto y construye una escalera para alcanzarlas. Niño, siempre estaré contigo, me sentirás acariciando tu llanto y arropando tus sonrisas, aunque no me veas. Niño, te prometo que nos volveremos a ver dentro de mucho en algún lugar incierto, pero de mientras ocúpate de soñar, que es tu deber por estar vivo. 





26.2.12

El gato.



Estaba segura de que el gato me miraba, esperando una respuesta, pero yo no le veía y tampoco había entendido la pregunta. Un leve maullido desde alguna parte había producido eco en mi mente. El gato seguía ahí, y yo no tenía palabras para el. Quizá me ofrecía galletas, o me preguntaba la hora, pero como el tiempo es relativo y su vida gatuna es diferente a la mía, mas corta, mas rápida y mas silenciosa, me ahorré el mirar el reloj, porque si te soy sincera me importaba un comino la hora que fuera, aunque me estuvieran esperando en casa. El gato, ¿de que color serían sus ojos? ¿Plateados, quizá, como dos lunas gemelas?. El gato. ¿Habría leído a Platón? ¿Sabría algo de la filosofía de Sócrates?. El gato. No creo siquiera que se planteara su propia existencia, pero si la mía, de donde he venido, que hago aquí, y a donde voy. Quizá le interesase saber que mis pasos me habían guiado con impulsos para romper con la rutina, porque esta noche debía conocer a un gato escondido, debía oír su maullido y su cascabel, y sentir el frio horadando mi piel.


Quien fuera gato, para preguntarle a los extraños sin temor quienes son, de donde vienen y adonde van, ofrecerles galletas y observarlos a escondidas, vivir libre y dormir bajo las estrellas. 

23.2.12

A.

Me habéis condenado al rechazo, haciéndome sentir presa del deseo de no serlo, me habéis engañado, a mi y a todos, habéis querido que os sigamos el juego, habéis mentido, llenando vuestras bocas, nuestras cabezas, de falacias y de miedo. Pero hemos despertado, de un letargo sumido en pesadillas a una realidad aun peor, donde no es posible alzar la voz sin recibir los golpes de la intolerancia. Nos habéis llamado asesinos, violentos, idealistas, nos habéis tomado por idiotas, nos habéis encerrado en jaulas de incomprensión. Habéis herido nuestros corazones de niños grandes diciéndonos que teníamos que crecer, que casarnos y tener hijos, hipoteca, trabajo, caminar por el redil sin salirnos de la raya al pintar, y ahora jugamos con fuego, con el fuego que emana nuestra rabia, con el mar de esperanza que hemos puesto en nuestras manos. Intentamos construir, a pesar de lo que digáis, nuestro mundo, mejor, mas bonito, mas verde, mas vivo, donde todos somos uno, donde uno somos todos, os hemos abierto las puertas de nuestro universo y vosotros habéis escupido en nuestro jardín, echando a perder el respeto que os teníamos, toda posibilidad de mejorar como personas. ¿Que queréis ahora? habeis vendido nuestra imagen en televisión sin preguntarnos si queríamos formar parte de vuestra programación absurda. Habéis alegado que buscamos la guerra, sin saber que lo que realmente anhelamos es la paz, destruyendo las cadenas que arrastran las vidas. Habéis criado, enumerado y asesinado a nuestros hermanos para vuestro beneficio. Habéis matado los sueños de muchos, y avivado la rabia de otros. Habéis hecho esto y mucho mas, pero aun así, la liberación debe ser global, tanto humana como  animal, y no, no seremos como vosotros, cuando vengáis con la cabeza gacha dándonos la razón no os pegaremos un tiro en la nuca, no os meteremos en un gulag o en un campo de exterminio, admitiremos las disculpas y os invitaremos de nuevo a mancharos las manos de pintura, a mirar de nuevo alrededor y ver que todo es nuevo, que todo está por hacer, que todo es mas bonito, mas verde, mas vivo, porque en un mundo nuevo no hacen falta cárceles, si no escuelas que os enseñen a ser libres de nuevo. 

17.2.12

Noches de invierno que añoran la primavera.


Faltas tú y un cigarro para que la noche sea perfecta. Ha llovido y la hierba está suave, el mar se ha quedado lejos y el cielo está mas cerca que nunca. Faltas tú y un cigarro para que mi vida esté completa hoy, para que este invierno no sea tan frío y la primavera venga rápido y me abrace. Este año quiero ver las flores, correr por el prado, allá en el norte, lejos, y sentir que soy un poco mas libre, solo por un instante, levitando en mi universo infinito e incoherente, viendo el sol naranja a través de mis gafas de John Lennon, con el tiempo alrededor intentando comerme y el humo elevándose hasta el cielo. Faltas tú y un cigarro para que se vaya la tristeza, el miedo y los prejuicios, para que no me folle la soledad otra vez más y mis manos dejen de sangrar, aunque pensándolo mejor, para eso solo me haces falta tu.





15.2.12

Dalí pintó las nubes.

Su obra maestra, su mas importante pincelada, su lienzo infinito. Dalí pintó las nubes, el oleo todavía no se ha secado y la lluvia y el viento hacen que el cuadro cambie de un día para otro, pero que nunca termine de borrarse del todo. Dalí pintó las nubes y lo hizo tarareando alguna canción de esas que llegan y ya no se marchan, con el pincel agarrado con fuerza y la mente en alguna galaxia lejana. Nos dejó el mejor de los regalos, un cuadro surrealista imposible de comprar, de exponer en una aburrida galería de arte, que ni todo el dinero del mundo podría comprar, porque es para el mundo entero. Un cuadro que cambia, se mueve, aunque en realidad permanezca estático, que se funde y vuelve a aparecer, que es único para cada momento y para cada persona que lo observe. Dalí pinto las nubes para ti, para mi, para todos los que las quieran, para que veamos en ellas lo que queramos ver, para desatar nuestra imaginación y no ceñir nuestra visión a una determinada silueta. Con oleo, sobre un lienzo infinito, Dalí pintó las nubes, y su firma son los pájaros alzando el vuelo. 

Norias.

A lo lejos se veía una noria, brillante, colosal y desnuda. El frío hierro a trasluz, la silueta agitada de las palmeras. Parecía una rueda que en cualquier momento echaría a rodar, pero nunca se movió de allí. Observaba nuestro cielo otra vez mas, las retinas empañadas de atardecer y el viento helado congelando mis sentidos. Tu al otro lado del mar esperando una nube que te dijera 'te quiero', yo sentada en la playa,  las olas me habían devuelto el mensaje que envié en la ultima litrona que nos bebimos juntos, cuando no importaba el tiempo y la telepatía, los giros copernicanos y el amor a veinteava vista. Mentían aquellas canciones cuando hablaban de lagrimas y despedidas absurdas en el aeropuerto, de magnetismo transdimensional, nos mentían, pero sonaban tan bien, nos hacían tan felices...el tiempo no nos dio tregua, el camino se estrechó y se convirtió en barro. La noria seguía en su sitio, y en cierto modo me recordaba a ti, a tu forma de hacer que todo fuera de color gris, hasta que me cansé y le pedí a mi imaginación que me sacara de aquel lugar. La noria se iluminó con cien colores, se separó de las torres que la anclaban al suelo y rodó por el horizonte, trazando la linea que nos separaría para siempre, las palmeras despegaron como cohetes espaciales, dejando una estela blanca que se confundía con las nubes, el horizonte quedó  limpio para mi, un horizonte que volver a moldear con mis manos y mis sueños. Bebí el ultimo trago de aquella cerveza en tu nombre, y esa sería la ultima vez que te recordaría. Até los cordones de mis zapatillas rojas y eché a correr ladera abajo, no me importaba el respirar, dejaba atrás a la noria que rodaba de un lado a otro y a las palmeras espaciales y al color naranja del cielo, lo dejé todo atrás porque comprendí que mi mundo se mueve al ritmo de mis pasos al correr, y que en ese momento necesitaba que se moviese mucho, mucho, mucho...













12.2.12

...

En el centro del pecho tengo una cuerda anudada. Me arrastra irremediablemente hacia un barranco profundo y negro, le llaman tiempo y algunos le temen, pero puedo cortar esa cuerda y quedarme flotando entre nubes y acuarelas, en alguna galaxia donde el reloj no se me clave en la espalda.   Tiempo, horrible enemigo de los que resistimos a tu monotonía, aunque a veces, cuando te olvido, te amo. Cuando te aprovecho para pasear en febrero mirando al cielo, te amo, cuando me aburro y dibujo en las paredes de mi mundo, te amo. El futuro me nubla la vista y empaña los cristales de mis gafas, la primavera está a la vuelta de la esquina,  pero tengo tanto frío que he olvidado añorarla. El tiempo, ese estado mental que te hace vivir corriendo. El tiempo, tan relativo, subjetivo y breve, que habita en el compás de tus piernas al andar.












4.2.12

Chaos.


Nos dicen que debemos mirar hacia delante, nos inyectan veneno en el cerebro y cortan nuestras venas de imaginación. Nos obligan a crecer en un mundo absurdo lleno de adultxs grises y viejxs malhumoradxs, a tener proyectos de futuro, un futuro que nos han robado. Nos quieren matar, desmembrar nuestra inocencia, enterrar a lxs niñxs que llevamos dentro, y por eso nos lxs escondemos en el corazón, aunque éste se quede pequeño y acaben muriendo de frío. Quieren detener al caos, sin saber que el caos reside en todas partes, en el viento y en el cielo, en la luz y en la sombra, en el fuego, todo es caos. Quieren que maduremos para que nos olvidemos de lo que han hecho, para que actuemos correctamente sumergidxs en sus estúpidas normas y su repugnante moral, en su mundo de idiotas con problemas matrimoniales y con hipotecas que pagar, con su absurda INfelicidad, en su sociedad incoherente. Debemos actuar civilizadamente en un mundo violento y sangrante, en un mundo de mierda. 

Yo me niego a crecer, a creer y a vivir en un mundo de aparente paz y bienestar, yo me niego y lo hago con rabia, y no voy a ocultar nunca mas que amo el fuego y la libertad, y no me canso de mirar con desprecio a todxs aquellxs que niegan la vida, y el amor, y las ganas de despertar en un lugar mejor. Me niego a crecer, a creer y a vivir así, me niego y lo hago con letras, con tinta y con sangre, con un impulso irrefrenable que me nace de lo mas profundo del corazón, donde habitan mi ilusión y mi inocencia, que se revuelven y se mueren de ganas de salir a correr, a ver el cielo azul tras la lluvia. Me niego a desterrar al caos que vive en mí. No seré nunca como quieren que sea. 




2.2.12

He sido capaz de levantar el vuelo sin separarme de tierra firme, he tocado las estrellas con la yema de los dedos y me he destrozado mis alas por pasar demasiado tiempo cerca del sol. He visto el universo entero, miles de millones de motas de polvo suspendidas en el vacío, viajando a velocidades vertiginosas. Me he sentado en la luna y me he comido un helado en Marte, he escrito nuestros nombres con tiza en Plutón y me he saltado en rojo los semáforos de lo inalcanzable. 




Estaba volando, y aterricé para que me abrazaras.