30.12.11

Sobre hombres tristes y mujeres idiotas.

(Lease con tono digno, tal vez con acento francés, o con el cuello estirado con arrogancia)


Oh, una ilustre dama me ofrece su mano para que la bese y la acaricie con mi suspicaz bigote, ¡Que contrariedad! yo que volvía de una fiesta con el corazón totalmente abatido tras recibir cientos de negativas para bailar alguna melodía estúpida con alguna mujer de ostentosos pechos levemente distraída por la divertida embriaguez del champan...


Oh, un 'ilustre' caballero coge mi suave mano para restregar en ella su relamido bigote de roedor, mientras me taladra el busto con sus escudriñantes ojos, dignos de ser portados por el mas trastornando de los trastornados. ¡Que contrariedad! yo que regresaba del banquete de la boda de mi hermana, que desposose hoy con un terrateniente del tres al cuarto que mas que un hombre de honor es un panadero con dos propiedades, que entre las dos, no suman mas que el valor de alguno de mis vestidos...


¡Que mujer mas bella! mas...mas...hermosa! El olor de su perfume llenose mi alma de sinfonías de violín y de cantos de pajarillos del campo, el color de sus ojos es mas bello que cien amaneceres a la orilla del mar. Anonadado me hallo al contemplar los rizos de su cabellera, y esos labios que, como bellos cristales preciosos, me embelesan el corazón y me hacen suspirar de amor!


¡Que hombre mas encorvado! su nariz dibuja una curva perfecta hacia el vacío, y su postura, oh! que postura la suya! su desgraciada cabeza se hunde entre sus hombros maltrechos, y su boca dibuja una mueca torcida que intentose imitar una sonrisa...Por dios padre, cristo y la virgen! esos dientes negros perseguirán a mi merced hasta en  pesadillas! ¿donde se hallan los hombres de noble linaje, con sus perfectos dientes nacarados y sus espaldas rectas y correctas? 


Creo que esta bella hembra a punto está de caer en mi red de seducción masculina, o en el influjo que ejerce sobre su frágil mente mi hipnótico bigote de hombre adinerado. Mi merced apretose su mano con fervor y ahora parece nerviosa, ¡eso es sinónimo de enamoramiento!


¡Ese asqueroso bigote está poniendo de los nervios a mi merced! Cual grande es mi desdicha, al encontrarme con semejante esperpento en mi camino....¡Haga el favor de soltarme gañán! ¡su escurridizo tacto hace que se revuelvan mis delicadas tripas!

29.12.11

Perros muertos.

Todo está en sombra, siempre en sombra. Esta plaza de adoquines desgastados es fría, sumida en una eterna madrugada. En su centro, entre otros árboles, se alza uno de metal con manzanas de oro enlazadas en sus ramas. En una placa oxidada puedo leer Las Hespérides. El acero oxidado que compone el árbol me cautiva, y me siento en el suelo a observarlo, pasado el rato, cuando el frío ya cala todos y cada uno de mis huesos, me doy cuenta de que un ave, un loro, para ser mas exactos, me mira desde una de las ramas, entonces, sorprendida, le llamo, y alza el vuelo para posarse sobre mi hombro. Está en mal estado, le faltan plumas y está muy sucio, pero de pronto el loro se convierte en un perro, un cachorrillo igual de desgarbado que el ave que era antes. Es un perrito juguetón, pero a la vez triste, sus ojos se me clavan pidiendo calor, y yo se lo doy, lo abrazo y lo acaricio sin importarme las pulgas o la suciedad que arrastra su pelaje. Consigo quedarme con el, y veo otra escena: estoy paseando con los dos perros, una, la real, Runa, y otro, el de mi sueño, bautizado como Blacky. llegamos a un muro de bloques de hormigón, que encierra una caída considerable, y cuando el muro termina hay grandes puentes surrealistas cubiertos por tierra. A su vez, cerca de donde estoy hay un puente de madera, parecido a los de los parques para niños. Decido ir por ahí, y cuando llego a un desnivel Blacky no salta bien y cae al vacío. Veo como se golpea contra el suelo en primera persona, y se intenta levantar, destrozado. Lloro, grito, quiero correr pero no puedo. Despierto, otra estúpida pesadilla, otro perro muerto. 

27.12.11

Leeeeeejos lejos lejos.


Hoy voy a coger todos mis miedos y me voy a hacer una balsa donde quepa todo mi futuro, para irme lejos y ver las estrellas desde otro ángulo, porque me ha contado una ola que la luna es más grande en otro lugar, y que allá, en el norte, luces de colores bailan en el cielo y hace tanto frío que hasta la sonrisa se congela. Encontré hace tiempo, entre las hojas de un sauce,  un mapa del tesoro que estoy dispuesta a encontrar, y para ello necesito ayuda, así que me llevaré a todos y cada uno de mis errores, a mi guitarra, a algún corazón valiente que quiera seguirme y mi libreta de apuntar verdades, ¿y la tinta? no me hará falta, me basta con mi sangre y con el polvo del camino.  

 De día seguiré las estelas de los aviones que arañan el cielo, y de noche…bueno, ya veré que hago de noche…                 

Gracias por hacerme ver el lado positivo niño extraño, sin ti, esto sería otra porquería gris más...

18.12.11

A veces pasa que soy muy idiota.

 ¿Qué ha sido eso? ¿un sueño? me ha despertado el ruido de mi corazón partiéndose. Ahora hasta mi almohada se siente sola,  ya no la quiero, le he abandonado en una esquina del colchón y le pido todas las noches que se vaya. Hace tiempo que no veo al sol, debe haberse ido de vacaciones y ha dejado a todas estas nubes las llaves del cielo, para que le cuiden las plantas en su ausencia. Que asco, siempre escribiendo sobre lo mismo, siempre dividiendo y multiplicando estrellas, siempre yo, siempre aquí, y nunca en otra parte, lejos. 
 A veces me muero un poquito, o no respondo, o no me reconozco, pero es mejor así. 















A veces intento
respirar.
¿y si te digo
que lo único que quiero
es volar?

16.12.11

Las lunas rojas.

  David ve la vida desde el color del vino y la sangre, su victima es su propio yo, encerrado en el universo infernal que el mismo ha construido. David padece la soledad de quien se marchita lentamente entre cuatro paredes, repudiado por su propia especie, intentando mantener la cordura imposible en su cerebro desquiciado. Ya nadie dice 'pobre David', es solo un objeto curioso en un mercadillo de antigüedades, es un caso excepcional entre cientos de clones, todos  igual de pulcros y exactos, terriblemente parecidos a un Dios que no se parece a nadie. Pobre David, le dio la espalda al mundo antes de que el mundo se la diera a el, y conviertiendose en el arma de destrucción masiva de su alma se encadenó a una condena impuesta por ser único. Pobre David, nadie se interesa por lo que pasa por su cabeza, pues la profundidad de sus heridas en contraste con la superficialidad de sus frágiles huesos crean el morbo necesario para toda esa masa vampirica sedienta de sangre,  y por este mismo motivo el decidió no alimentarse del dolor ajeno, y pensó que sería mas ético deleitarse en el propio. Pobre David, y pobres nosotros, deberíamos parecernos un poco mas a él. 


Contra el vértigo, nada que decir. 

14.12.11

Cautividad.


  Yo tenía dos peces comunistas en una pecera, en un mundo rodeado de cristal. Los observaba nadar y me daba pena no tener un río cerca donde soltarlos. Uno de ellos murió en la batalla contra el aburrimiento de estar encerrado, al otro lo puse en una pecera mas grande con muchos mas peces de diferentes colores, tamaños e ideologías, y ahora es mas feliz. Mis padres me compraron dos canarios, sabiendo que odio ver a los pájaros enjaulados. Cada vez que paso por delante de la jaula se me pone un nudo en el estomago y no digo nada, veo a esos pajarillos sin poder estirar las alas, pienso en el rey Beneharo, capaz de entender su idioma y hablar con ellos, y en la tristeza que se adueña del cielo, de las ramas de los arboles, y de los nidos vacíos por el invierno. A veces me cantan su añoranza, y yo les miro y les silbo, por si acaso me entienden y puedo pedirles perdón.



13.12.11

El vuelo.

   Tenía miedo de perder tus versos desde aquella tarde de octubre me llamaste princesa. Que ilusa, tan lejos y sin embargo, tu retina se dibujaba en las lunas de mis noches tristes. Tu recuerdo se mezcló con otros recuerdos difusos, y creó uno tan sólido que todavía me pesa en la maleta donde llevo mi vida. Ese recuerdo híbrido tenía forma de  puentes hacia el infinito, que se dirigían  mas allá de las cuatro costas malditas que me rodean. Este océano se convertía en mi cárcel, este cielo, en mi jaula, pero a veces llegabas y me hacías retomar la fe, pasaba los días mirando embelesada  las estelas de los aviones, enamorada de un espejismo. Pero justo cuando alzaba el vuelo me invadió el vértigo  la maleta se me resbaló de las manos y se desparramó mi vida por el suelo, y me dolió tanto verla hecha añicos que no aguanté y fui a recoger los pedazos limpiando mis cortes con lagrimas, un autentico drama de lo más patético, mientras mis alas se marchitaban dejando dos cicatrices profundas en mi espalda. Ahora llevo una maleta cuesta arriba llena de una vida rota, miro al cielo con añoranza cada vez que pasa un avión, aunque sus estelas ya no dibujen esperanza en el horizonte. 
   Ahora te pido perdón por aquél abrazo, ese encuentro casual, ese momento tan esperado que no fue. También te doy las gracias por existir, por salvar mis sueños, aunque solo fuera por un tiempo. 

10.12.11

Mezcla de sueño y alcohol en una tarde con canciones tristes.

Un día raro, nada es lo que parece. Desayuno en la cama y cerveza fresquita, niebla, frío y noche. No llego a saber el final de mi tarde nublada , estoy demasiado borracha para entender lo que sucede. ¿Te quiero? no, no era ese nuestro final. Nadie supo nada y nadie lo sabrá, porque todo fue como una botella con mensaje que termina en la boca de una gran ballena con destino a ninguna parte, y de eso hace ya mucho tiempo. 
El cielo me cuenta que no es correcto arrastrar las rodillas y sangrar hasta morir, pero estoy escuchando una y otra vez tu melodía y no le oigo. Déjame Cielo, tu que sabrás de mi sangre y de mi suelo, de mis zapatillas viejas corriendo a toda velocidad calle abajo con el frío rasgando mi garganta, que sabrás tu, allá en lo alto, tan hermoso, salpicándome de constelaciones las retinas, que sabrás tu de querer y de dolor, tan grande e inmenso y tan lejano...
Me voy, no me busques, no me encontrarás, estoy escondida en tu piel y me pierdo por cada célula de ser, soy el virus del recuerdo borroso, de la resaca mezclada con la culpabilidad por la certeza de que has hecho algo mal, pero no recuerdas el que. Maldita puesta de sol, me ha vuelto a despertar. 


9.12.11

Necios y mitades de mentes lineales.

No se trata de inducir el sueño, se trata de soñar despierto. Rompe la estabilidad de tu vida y juega con las heridas que te hagas al saltar por la ventana. Que no te paren las voces sucias de la envidia, tan solo quieren arrancar las plumas de tus alas, sé Icaro volando a ras del sol, tan seguro de ti mismo, tan ensimismado con el cielo abierto ante él que hasta la caída le supo dulce. Que sabrán los necios de las canciones de los Faunos al llegar la lluvia, que sabrán de historias, de poesía o de amor, que sabrán ellos de lo que hay dentro de cada mirada nuestra a las estrellas.



8.12.11

El dulce abril de los pájaros dormidos. Tom.

Los pájaros duermen todo el invierno, no tienen ganas de tejer bufandas con briznas de hierba triste. A veces alguno despierta y asoma el pico por una ventana del nido, se estremece y vuelve a acurrucarse en su rincón. Sus plumas en invierno son blancas, pero nadie lo sabe, porque no salen de su escondite. 
Una vez, hace tiempo,  un niño vio un pájaro blanco en el suelo, un hombre había talado el árbol donde dormía y el pájaro no tenia hogar. Aquel niño curioso recogió en su mano al pequeño animal, y aunque el pico del gorrión no se abrió, supo que debía llevarlo a casa y darle calor. El pájaro durmió el resto del invierno en una caja de zapatos verde con varios trapos viejos y alguna que otra hoja seca, sin embargo los días pasaron y llegó la primavera, y mientras el niño estaba en la escuela, el pajarillo, recuperado ya su color, estiró las alas, se sacudió y salió volando por la ventana, disfrutando del sol y de la brisa de una mañana de abril. El niño volvió del colegio y sintió su corazón partirse cuando fue a contemplar el plumaje albino de su amigo y en su lugar encontró el pequeño lecho, que derivó a un gran vacío en alguna parte de su pecho que no curaría jamas. Miró por la ventana, buscó y se rasgó las rodillas escalando tejados sin ningún resultado. Pensaba que el pájaro volvería algún día, pero no fue así. 
Pasaron diez inviernos más, las rodillas de aquel chaval ya habían sanado, el pelo era largo y sus ojos pardos a veces resultaban tristes, pero aunque no volvió a ver un pájaro blanco, no los  olvidó, quizá porque la herida de su pecho no sanó nunca, y caminaba mirando al suelo pensando que algún niño curioso de vez en cuando cuida de alguno, hasta que llega abril y se lleva sus plumas a otro lugar. 




4.12.11

Los niños ya no tienen heridas en las rodillas,

se las han borrado las ganas de drogas y sexo desmedido, los niños han crecido y ahora son maquinas productoras de un futuro negro y mecánico.Ya no son caballeros o princesas, ahora son carne de rave y por sangre tienen alcohol. Se lamen entre ellos porque el sudor sabe a anfeta, han perdido los papeles y no saben controlarse. Luces rojas, luces verdes, luces azules, Drum&bass, luces amarillas, luces rojas, luces blancas, hardcore, cuartos oscuros, ojos cerrados. Oh, juventud, divino tesoro, pero cual efímera es tu presencia y cuan rápido es el mañana que siempre acabará llegando. La generación del descontrol y los malos hábitos, la rebeldía y los días de gloria vomitando en algún suelo sucio lleno de colillas y cristales rotos. La juventud, al fin y al cabo, que siempre ha sido la misma y siempre lo será, los 60 y los hipis hasta el culo de hierva y LSD, Janes Joplin, el gran Hendrix, el barro de woodstook. Los 70, la moral cristiana mezclada con el jaco,  mala combinación, sin duda. Los 80 y la jodida movida madrileña. Cuanto daño. Pero dime, ¿qué ha cambiado? Los jóvenes siguen borrachos en los callejones y las nuevas drogas llegan como el suplemento semanal del periódico. Sexo, drogas y rockandroll, puterío extremo, coños con piercings y cubatas voladores. Que somos, a donde vamos, nos importa una mierda, somos los novatos en esto de vivir y solo queremos aprender a volar, aunque en el aterrizaje nos partamos la boca. Dejaremos un bonito cadáver, enterradnos con los ojos abiertos para seguir de marcha hasta el mas allá.